FEDERICO G. RUFFINELLI, POEMAS DE UN ANARQUISTA URUGUAYO EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (II)

Durante el tiempo que Federico G. Ruffinelli estuvo en Barcelona, fue parte integrante la Secretaria de Propaganda de la Federación Local de las Juventudes Libertarias de Cataluña. Como tal participó en conferencias, organizó actos y escribió en prensa. Uno de esos escritos fue publicado en Tierra y Libertad el 26 de febrero de 1938 y se tituló Por una pujante “internacional Juvenil Libertaria”; lo reproducimos a continuación:

EL DRAMA DE LOS JÓVENES

Bajo la sombra de los rascacielos la Humanidad se retuerce de dolor; las ciudades del mundo capitalista parecen tumbas donde se ahoga la dignidad del hombre y todos los progresos de la técnica contra él actúan. Los jóvenes sufren el drama terrible de la desocupación, de los bajos salarios, del trabajo standarizado, de las persecuciones.

El hombre en el mundo capitalista es una pieza más de la máquina moderna, postergado por la técnica al papel de un simple mecanismo. El progreso se estanca; la libertad muere. Las fábricas no rinden lo suficiente para satisfacer a todos, porque las minorías capitalistas lo impiden.

Entre todos, el que más sufre es el joven. En temprana hora ha sido arrancado del hogar y de la escuela. Aún no formado, se le deforma psicológicamente, empequeñeciéndolo y mecanizándolo. La escuela burguesa lo ha hecho un autómata; el ambiente social enfermo lo ha bestializado; la fábrica le ha quitado todo sentido de la libertad y la dignidad.

El régimen capitalista le impide ascender hacia una comprensión más alta de la condición humana y de su destino cósmico.

Por eso es preciso que los jóvenes vengan al anarquismo para liberarse y ayudar a liberar a los demás.

EL EJEMPLO DE ESPAÑA

El ejemplo de España es aleccionador en este sentido. El proletariado triunfante sobre el fascismo ha demostrado dos cosas fundamentales: el grado de capacidad insurreccional y revolucionaria o constructiva de clase obrera, con su ejército proletario y con sus socializaciones de la industria y colectivizaciones agrarias, y en segundo lugar la justeza de la linea anarquista que sólo confía en la organización básica de la clase obrera y en los métodos de acción directa para exterminar al enemigo natural de las libertades.

De la masa de este proletariado, para ejemplo de todos los jóvenes del mundo, surge el sector dinámico y optimista de los jóvenes encuadrados en la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias, que en la guerra y en la Revolución, interviniendo activamente, han demostrado el grado de madurez ideológica de los jóvenes, ascendiendo al desempeño de puestos de responsabilidad en los mandos militares y en los cuadros técnicos y administrativos de la producción.

Las juventudes españolas están a la vanguardia en la lucha por las libertades populares. Para un joven que llega de un país capitalista el asombro no puede ser mayor. Hasta ahora nos habíamos acostumbrado a las pequeñas organizaciones que aglutinaban solamente algunos centenares o millares de miembros, y que, por su poco caudal numérico, aunque tuvieran una capacidad ideológica sobresaliente, no lograban tener la eficacia suficiente para hacer retroceder al enemigo. Pero en España nos encontramos con las grandes organizaciones juveniles libertarias de masas, fuertes en caudal numérico y en comprensión ideológica.

Recién es España es cuando comprendemos la misión histórica del anarquismo y la forma de organización capaz de llevarnos a realizar aquella misión de una manera total. Las juventudes anarquistas españolas son mayoría en los frentes y en la producción y son las brigadas de choque de la revolución mundial.

ORGANIZACIÓN JUVENIL MUNDIAL

Sin organización no puede hacerse la revolución. Sin organización se asfixian las ideas, porque éstas necesitan, para triunfar, estar en el seno de las masas. Es necesario liberarnos ya del concepto romántico o metafísico, que algunos compañeros de los países capitalistas, principalmente Francia y los países del Rio de la Plata de Sudamérica, tienen del anarquismo.

Los que han comprendido más la realidad de nuestras ideas han sido los jóvenes libertarios. Estos han roto la prisión donde agonizaba el anarquismo para que pudiera desarrollarse bajo la luz del sol, entre las brisas revolucionarias del alba nueva.

Hay muchos anarquistas, pero hay poco anarquismo. Esto tenemos que comprenderlo. Para que el anarquismo triunfe totalmente, es preciso que éste esté enraizado en el taller, en la industria, en el campo, en la Universidad, en el cuartel.

Para lograr esta finalidad del anarquismo en lo que a los jóvenes principalmente atañe, es necesario crear la Internacional Juvenil Anarquista, que condense la aspiración de todos los muchachos del mundo a la libertad, y que lleve a la juventud trabajadora al lado de las Federaciones Anarquistas de cada país, a la victoria sobre el enemigo.

Esta organización mundial de la juventud orientada libertariamente, permitirá realizar una ofensiva general contra la opresión sobre planes de conjunto perfectamente coordinados y ayudar por medio de la solidaridad internacional a fomentar el surgimiento de la organización de los jóvenes de las colonias y a defender las conquistas de los jóvenes de todos los países.

La Internacional Juvenil Anarquista debe ser la realización de nuestros postulados de apoyo mutuo revolucionario, y será la garantía para el triunfo de la revolución obrera y campesina en un sentido universal.


Antes de su estancia en Barcelona, Ruffinelli publicó varios poemas en revistas y publicaciones periódicas. A pesar de lo difícil que resulta recuperarlos, hemos podido encontrar uno que fue publicado en 1935, en el número 294 de Claridad, Revista de Arte, Crítica y Letras (Buenos Aires). Lo reproducimos también a continuación:

Canción de las noches en el alba de octubre

Paréntesis de acero en el aire sangriento:

la vieja hoz no quiere

trabajar la cosecha!

Y levantan las hoces para cortar el aire,

y la hoz levantada corta el grito en el aire,

y el látigo de fuego de la ametralladora,

y la amarga cosecha del campo navegado!…

El molino del pecho nos levanta los brazos,

y molemos los días con la sangre del pecho

y se enturbia de lágrimas

el espejo del ojo,

y se hace más pura la ansiedad de la mano,

y el revólver de lata desaloja una estrella!…

La conciencia de clase se les hace más clara

bajo el fuego sangriento de la ametralladora!

y, con la hoz en alto,

cayendo y levantándose,

llevan el hombro triste de perder la cosecha!…

En la nave de un canto,

sobre las olas verdes,

se van a las ciudades, y suben a sus torres,

para poner sus rojos pañuelos de bandera,

todas las campesinas de mirada de acero!…

y los hombres se abrazan, y los niños sonríen,

y el canto los lleva por todos los países,

y todos los países se vuelcan en sus cantos!…

Cortando el aire bajo

la hoz del campesino:

la hoz vieja en el filo del campo navegado!…

Se sienten los tractores roncar a la distancia,

como el augurio rojo del alba que vendrá!…

Y el revólver de lata desaloja una estrella

que, en las torres de mundo,

desenvuelven la heroica llamarada del grito!

¡Sentirán la alegría de llevar en el hombro,

la cosecha guardad por el máuser obrero!