Cárdenas, Rafael

Rafael Cárdenas nació en Uruguay y junto a su padre, Fernando Cárdenas, viajó a España para participar en la guerra. Formó parte de las levas republicanas pero nunca llegó a combatir. El diez de febrero de 1939, cruzó la frontera francesa. Pasa un par de semanas en un enorme y desolado cementerio de coches (posiblemente el campo de concentración de Argelès). De allí lo saca su padre, quien lo lleva hasta el Consulado Uruguayo en Perpignan para obtener el permiso de repatriación de ambos.

  • Mi hijo y yo queremos ir a Uruguay.
  • ¿A Uruguay? Pero ustedes son españoles. Tienen documentación española en regla, pero de Uruguay… ¿qué tiene?.
  • Vivimos en Uruguay -explicó el padre de Rafa.
  • ¿Tienen algún documento que lo acredite?
  • No, pero mire, nosotros llegamos a Uruguay en un velero, hace cuatro años, y ahora estamos aquí porque vinimos a luchar contra el fascismo.
  • ¿Y cómo me va a demostrar esa historia? -preguntó un desconfiado cónsul.
  • ¡Señor, están allí mi mujer y mis demás hijos! -se impacientó Fernando.
  • Sin un papel acreditativo, al menos aquí, en Perpiñán, no podemos hacer nada. Tendrán que ir a París.

      Fernando desesperado, se puso a revolver entre sus papeles y sacó un recorte de la sección deportiva de un diario uruguayo, que tampoco hubiera sido determinante sino fuera porque en él aparecía el nombre de Rafael como ganador de una regata.

  • Esta es la única prueba de que dispongo -probó Fernando-. El ganador es él, mi hijo -y señaló al joven que, orgullosos, miraba al cónsul.
  • Es suficiente. Les parepararé la residencia. Con esos papeles podrán llegar a Bélgica, allí embarcarán en el puerto de Amberes con destino a Montevideo.

Donde el faro ilumina. Vida y lucha de Rafael Cárdenas

Rodrigo Véscovi, 2009

 

Foto de Enric Català (@EnricCatala)

Una vez en Uruguay, fue muy activo en el nacimiento y despliegue del cooperativismo, y posteriormente, en los grupos de apoyo a la guerrilla del MLN-Tupamaros, en la fabricación de lanzagranadas junto a sus compañeros de la cooperativa. Eso le costó la cárcel pero su doble nacionalidad volvió a salvarle, esta vez exiliándose a España. Desde entonces residió en Barcelona, lugar desde dónde ayudó incesantemente a muchos uruguayos exiliados, algunos de ellos en clandestinidad. En Barcelona también se involucró activamente en el fuerte movimiento libertario de la ciudad. En uno de sus varios viajes a la URSS conoció a Marina, la que sería su compañera todos estos años. 

Rafel Cárdenas falleció el 14 de noviembre de 2017, en L’Hospitalet (Barcelona)

La Casa de Uruguay en Barcelona dejó el siguiente mensaje como obituario:

Nos llega la noticia del fallecimiento del «viejo» Cárdenas.
Desde ésta, que fue su casa, queremos manifestar nuestro más sentido homenaje a quien vivió intensamente y transitó más de un exilio. A quien fue portador del fuego y encendió a su paso por la vida a todo aquél que se le acercó. Compañero de determinación irreductible, defensor incansable de los principios de solidaridad con el combate por la libertad de todos los pueblos, ejemplo de lucha y resistencia.
Nos deja el legado de su ejemplo, sus convicciones, su compromiso con los valores éticos, su espíritu luchador, su generosidad, su valentía, honestidad y entereza.

Casa del Uruguay en Barcelona

 

Rafael Cárdenas en Tacuarembó, 2015. Foto hecha por el equipo de la Columna Uruguaya durante la entrevista que se realizó en su casa.